Controlar los niveles de glucosa en sangre es un aspecto fundamental para la población en general. Si bien, los pacientes con diabetes deben incidir en este hábito para llevar un control adecuado de la enfermedad con la que conviven. Para ello, existen diferentes medidores de glucosa en sangre.
Entre los medidores de glucosa en sangre destaca en la actualidad el sistema flash de monitorización continua de glucosa. Concretamente, estos dispositivos funcionan mediante un parche que se adhiere a la piel y mide los valores de glucosa en el líquido intersticial.
Es medidor de glucosa en sangre está indicado para medir los valores de glucosa a partir de los 4 años de edad en personas con diabetes mellitus. Si bien, se trata de un mecanismo compuesto por un sensor y un lector, que permiten cumplir con el objetivo inicial.
Ventajas de este medidor de glucosa en sangre
Los sistemas flash de monitorización de glucosa no han sido validados hasta el momento en menores de 4 años; aunque si se ha aprobado en mujeres gestantes.
Según indican desde la Sanidad de la Junta de Andalucía, «no debe ser utilizado por ningún paciente sin pasar previamente por un período de educación diabetológica estructurada, tanto de generalidades, como específica del sistema Flash».
Además, en el caso de ser utilizado por un menor de edad, siempre es necesario contar con la supervisión de una persona adulta responsable.
Con todo ello, desde el Servicio Andaluz de Salud (SAS) enumeran una serie de ventajas de la utilización de este medidor de glucosa con sistemas flash:
- Ofrece una estimación de la glucemia sin necesidad de obtener una prueba capilar.
- Muestra una flecha de tendencia. Es decir, permite al paciente conocer si la glucemia se encuentra estable, va en ascenso o descenso.
- Este medidor de glucosa también permite conocer la estimación y tendencia de la glucemia durante la noche o la realización de ejercicio físico. Y todo ello sin obtener una prueba de sangre.
- No es necesario realizar glicemias capilares para calibrar el dispositivo.
- Ofrece acceso a aplicaciones móviles y webs para compartir los datos obtenidos con otros dispositivos o con los equipos sanitarios que llevan la supervisión del paciente.
- Advierte al paciente ante un posible episodio de hipoglucemia (glucosa demasiado baja).
Igualmente, desde el SAS explican que este medidor de glucosa con sistema de monitorización flash «permite conocer cuándo la glucemia está subiendo mucho, o subiendo muy rápidamente, para así conocer cómo reacciona el cuerpo frente a determinados estímulos, y además nos ayuda a ponerle remedio para tratar de normalizarla lo antes posible».
Cómo utilizar de forma segura
La zona de aplicación de este medidor de glucosa es en la parte posterior del brazo, aunque hay que evitar que coincida con tatuajes, lunares, cicatrices, bultos o estrías.
Así, desde el SAS explican que es necesario «proteger el sensor sin cubrir el agujero central, para evitar desprendimiento al realizar deporte de contacto. Limpiar la zona de aplicación con agua y jabón. Si la zona está sucia, con grasa o sudor, considera limpiarla con agua y jabón, y si presenta mucho vello considera rasurarla. Espera a que se seque para que el sensor se adhiera. Una vez retirado el dispositivo no es posible volverlo a implantar».