El ácido úrico es una sustancia que se genera por sí sola en el organismo debido a un proceso específico. Concretamente por el proceso de descomposición de purinas, aunque también puede aumentar por la ingesta de determinados alimentos.
Comer alimentos ricos en purinas puede provocar un aumento de ácido úrico en el organismo. Si bien, algunas personas tienen una mayor predisposición a la acumulación de este ácido y el desarrollo de gota.
Normalmente, el organismo elimina de forma diaria la misma cantidad de ácido úrico generado. Es decir, existe un equilibrio al respecto. Cuando se rompe este equilibrio durante un tiempo prolongado es por el motivo que sube de forma considerable los valores de ácido úrico.
Síntomas de ácido úrico elevado
Generalmente, tener niveles elevados de ácido úrico en sangre no se manifiestan mediante ningún síntoma en concreto. Así, la mayor alerta de esta problemática aparece cuando se desarrolla una enfermedad conocida como gota.
Persona con un nivel alto de ácido úrico (CANVA)En cualquier caso, la única forma de conocer los valores exactos de esta sustancia en sangre es a través de un análisis de sangre.
Si bien, cuando una persona desarrolla una enfermedad como la gota a causa de niveles de ácido úrico elevados, pueden aparecer los siguientes síntomas indicadores:
- Dolor en la articulación afectada.
- Dificultad de movilidad en la articulación.
- Deformación de la articulación por una acumulación excesiva de purinas.
Los niveles excesivos de esta sustancia también pueden provocar cálculos renales y causar un dolor intenso en la parte baja de la espalda. Además, los expertos explican que el ácido úrico en exceso es un factor de riesgo por sí solo.
¿Qué es la gota?
La gota es una enfermedad que surge por niveles elevados de este ácido en el organismo. Además, esta patología aumenta de forma directo el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como ictus, insuficiencia cardíaca o infarto de miocardio.
Del mismo modo, la gota incrementa el riesgo de fallecer por causa cardiovascular hasta en un un 30%. Por todo ello, es necesario contar con unos niveles de ácido úrico en sangre saludables.
Al respecto, el reumatólogo Mariano Andrés Collado, del Hospital General Universitario de Alicante explica que «esto se debe a múltiples factores relacionados con el efecto directo de los niveles altos de ácido úrico, la inflamación que generan los cristales formados en las articulaciones, o la toma frecuente de antiinflamatorios (por ejemplo, diclofenaco) para los ataques. Mecanismos similares también explicarían la comorbilidad renal».
Si bien, reducir los niveles de ácido úrico, por norma habitual, resulta relativamente sencillo. En efecto, basta con realizar una dieta específica baja en purinas y evitar la ingesta de determinados productos, como bebidas alcohólicas, marisco, pescado azul, carne roja o embutidos.
En casos extremos, también es normal que su médico le indique la administración de diferentes medicamentos que contribuyan a disminuir los niveles de purinas.