Aunque pueda parecer extraño, tener simetría en la cara y ser más guapo puede influir en la acción del sistema inmune. Así, lo sugiere un trabajo de investigación científico desarrollado por la Universidad Cristiana de Texas, en Estados Unidos; y que se ha publicado en la revista ‘The Royal Society‘.
El sistema inmune es una estructura complejo del organismo, vital para gozar de una buena salud, ya que se encarga de proteger al cuerpo frente a infecciones, virus o enfermedades. Este sistema inmunitario está conformado por un conjunto de órganos células y tejidos.
Si bien, un interesante estudio de investigación asegura que las personas más guapas poseen un sistema inmune más fuerte. En cualquier caso, hay que dejar claro que se trata de una investigación inicial, y que no existen pruebas solidas para afirmar con rotundidad la asociación encontrada.
Para realizar la investigación, el estudio contó con 159 participantes, de los cuales 80 eran hombres y 79 mujeres. Inicialmente, a todos se les realizó un análisis médico para observar que no existiera ningún tipo de problema de salud de carácter crónico.
Del mismo modo, los investigadores observaron que no tuvieran obesidad o que hubiesen tenido algún tipo de enfermedad severa en dos semanas anteriores. Los participantes se comprometieron a no realizar ejercicio físico y no tomar medicamentos antiinflamatorios ni alcohol durante los 15 días previos.
¿Afecta al sistema inmune el ser guapo?
Los investigadores realizaron una fotografía a todos los participantes en primer plano sin maquillaje para considerar si eran guapos o no. Además, también se solicitó a todos los individuos que mantuvieran una expresión neutra en la fotografía.
Seguidamente, los autores de la investigación también contaron con la participación de 492 voluntarios, los cuales deberían calificar la belleza de los participantes del estudio a raíz de la foto realizada. Posteriormente, los resultados con respecto al sistema inmune serían sorprendentes.
Durante la investigación, una vez se clasificó a los participantes por cánones de belleza, se les aplicó un análisis de sangre. Hay que tener claro que los voluntarios tuvieron preferencia por rostros simétricos o características concretas, como pómulos prominentes, labios carnosos, ojos brillantes o piel clara.
Defensas más elevadas
Una vez realizados los análisis de sangre, las pruebas mostraron que los participantes calificados como más atractivos contaban con tasas más elevadas de fagocitosis; que se trata del proceso por el cual las células y organismo unicelulares digieren las partículas nocivas o alimentos. En concreto, mostraban unos niveles de defensas más altos.
Como conclusión, los investigadores aportan que «los resultados de la investigación actual sugieren que el atractivo facial puede proporcionar información sobre la función inmunológica, particularmente en lo que se refiere a la capacidad de combatir de manera eficiente las amenazas bacterianas».
Es decir, señalan que existe una cierta vinculación entre los niveles de belleza de la personas y la capacidad de acción del sistema inmune.
En cualquier caso, tal y como hemos argumentado inicialmente, este estudio se trata de una investigación inicial. En este sentido, los propios investigadores advierten de que es necesario seguir analizando esta posible correlación en profundidad.