La Dirección General de Salud Pública del Ministerio de Sanidad recomienda adoptar algunas medidas de precaución al pasar por pinares afectados por las orugas de la procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa), llevar gafas, gorro y evitar frotarse los ojos a las personas evitando pasar a su perro o gatos en estos lugares debido a las fuertes alergias que pueden sufrir.
Según la Consejería de Sanidad, la procesionaria del pino puede suponer un problema para la salud pública debido a los pelos urticantes que poseen, que causan trastornos alérgicos a las personas y animales domésticos, incluso en zonas alejadas ya que pueden ser transportados por el viento a largas distancias.
Desde la Dirección General de Salud Pública recomiendan no pasear bajo los pinos afectados o cerca de ellos, y en caso de transitar por estas zonas, cubrirse la mayor parte del cuerpo, llevar gorra y gafas y evitar frotarse los ojos durante el desplazamiento. Tras el paseo, conviene ducharse y lavarse la cabeza lo antes posible así como lavar la ropa utilizada.
Alejarse de lo nidos de orugas procesionarias
Además, se ha recordado que «nunca» se debe tocar o acercarse a los nidos o a las orugas procesionarias, y ha instado a tomar «especial precaución» con los niños y mascotas. Sólo personal especializado puede proceder a retirar los nidos o las orugas.
En caso de contacto con las orugas y manifestar síntomas, se debe consultar con el médico o farmacéutico para el tratamiento de la irritación, y acudir a un servicio médico si padece un caso grave de reacción alérgica. Con respecto a las mascotas, si el animal resulta afectado hay que acudir al veterinario.
Durante los meses de invierno y el comienzo de la primavera, es cuando las orugas de este lepidóptero nacen y empiezan a verse los primeros nidos en los extremos de las ramas, y las largas filas que forman en el suelo.
Como norma general, desde el mes de febrero (según las condiciones meteorológicas de cada temporada) las orugas están en la fase más urticante que coincide con su descenso al suelo, especialmente a medio día en los días de buen tiempo. Su presencia es peligrosa para las personas, y en especial para los niños, además de para los animales domésticos y para el ganado.
Síntomas y actuación ante picadura de oruga
- Dermatitis: picazón y dermatitis por contacto, ampollas, ronchas, pequeñas protuberancias rojas, dolor.
- Conjuntivitis aguda, en caso de que los pelos penetren en los ojos.
- Lepidopterismo: urticaria (sarpullido que produce picazón o urticaria), inflamación en las vías respiratorias altas, náuseas, vómitos, dolor de cabeza y broncoespasmo.
- El contacto con la oruga asiática Dendrolimus pini puede provocar sarpullido con comezón e incluso causar formas de artritis (poliartritis, policondritis u osteoartritis crónica).
- El sangrado e insuficiencia renal puede producirse después de entrar en contacto con la oruga Lonomia sudamericana. El contacto con esta oruga puede ser peligroso, incluso fatal, si se produce en grandes cantidades (como recoger vegetación donde se encuentran muchas de ellas). Esta oruga se encuentra en Brasil y existe un antídoto.