El pus de la garganta puede venir en cualquier momento. De ahí que sea importante siempre tener la salud de esta parte de nuestro cuerpo lo más sana posible. Suelen venir de infecciones tales como los virus o como las bacterias. Sea como fuere, pueden venir acompañando otras molestias como el dolor o la fiebre. Aquí te recomendamos una serie de remedios caseros para evitarlos.
Normalmente, el tratamiento profesional de las placas de pus de la garganta siempre están bajo supervisión de un médico, que será quien te recete antiinflamatorios.
Así, ibuprofenos o nimesulidas te servirán para calmar esa molesta sensación de sentir que la garganta arde por diferentes motivos.
Normalmente, el otorrinolaringólogo también se encargará de mandarte amoxicilina o benzetacil, que ayudarán no sólo a desinflamar la zona, sino a quitar el pus.
¿Cuáles son las causas del pus en la garganta?
Puede provenir el pus de la garganta de diferentes causas no aclaradas entre sí. Infecciones virales y bacterianas que afecten a los niños, embarazadas y adultos de tercera edad.
También son un público objetivo de esta dolencia las personas con el sistema inmunitario no tan fortalecido como otras personas, debido a algunas enfermedades.
Y esas enfermedades pueden presentarse como el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) o el cáncer, que aumenta el riesgo de tener estas infecciones.
¿Sabes cuáles pueden ser las causas más habituales de tener pus en la garganta? Te dejamos aquí una serie de tipos de infecciones que podrían tocarte un día:
- Infecciones virales, que causan el resfriado común o el virus de la gripe
- O las infecciones bacterianas, que son las que provocan afecciones como la faringitis
Como ves, todas las causas responden a otro tipo de afecciones que sin duda inciden en la forma de entender por qué aparece el pus en la garganta.
¿Cuáles son los remedios caseros más efectivos contra el pus de la garganta?
Tienes a tu alcance remedios caseros que te ayudarán en el tratamiento y a acelerar la recuperación de la garganta, sobre todo, con el fin de evitar inflamaciones evitables.
Para reducir la cantidad de pus, y sobre todo, bajar la inflamación, debemos tener en cuenta varios remedios naturales que ayudarán a la salud de nuestra garganta.
Uno de ellos es hacer gárgaras con agua tibia y sal, o limón con agua y miel, que suele ser mano de santo en estos casos.
También destaca el té de miel con jengibre, eucalipto, malva o salvia, que supone una bebida más que efectiva para intentar aliviar la zona bucal.
El jugo de toronja se erige como una de las grandes opciones, en términos de remedios caseros, para ayudar a reducir la cantidad de pus. No debe ser nunca retirado con el dedo, porque se seguirá formando.