Según afirma la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su portal web, las enfermedades cardiovasculares representan en la actualidad la primera causa de muerte en todo el planeta, pues las estadísticas señalan que alrededor de 17,9 millones de personas mueren cada año por este tipo de complicaciones.
Dentro de este grupo de afectaciones se incluyen aquellos problemas que afectan tanto al corazón como a los vasos sanguíneos, es decir cardiopatías coronarias, cardiopatías reumáticas y enfermedades cerebrovasculares.
Los expertos también señalan que las principales causas del aumento de estas enfermedades se deben a los malos hábitos de vida, dentro de los que destaca la ingesta excesiva de sal, azúcares y grasas, además del aumento en el consumo de cigarrillo y alcohol, así como por la vida sedentaria que cada día llevan más personas.
7 Consejos para tener una buena salud cardiovascular
A pesar de que los problemas cardiovasculares siguen cobrando vidas año tras año, existe la buena noticia de que en la gran mayoría de los casos, estas complicaciones son prevenibles, pero para esto se deben seguir ciertas recomendaciones, como por ejemplo las sugeridas por la Fundación Española del Corazón.
Mantener bajo control los factores de riesgo
Alrededor del 60% de los ciudadanos españoles cuentan con dos o más factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares, como por ejemplo los trastornos de sueño y el sobrepeso, además de indicadores como la glucemia alta, la hipercolesterolemia, l sedentarismos, el estrés, la obesidad y el tabaquismo.
Por lo tanto, los especialistas proponen como primera recomendación controlar todos estos factores, para de esta manera poder contar con una buena salud cardiovascular, pero para esto se necesita seguir al pie de la letra los otros cuatro consejos de esta lista.
Alimentarse bien, preferiblemente con una dieta mediterránea
Mantener una alimentación saludable y balanceada es indispensable para prevenir enfermedades cardiovasculares, en la cual deben abundar alimentos como las verduras, las frutas, las legumbres y los cereales integrales, además de evitar la ingesta de azúcares, grasas saturadas y grasas trans.
También se debe aumentar el consumo de grasas no saturadas, las cuales se pueden encontrar en alimentos como el aceite de oliva, los frutos secos y el aguacate, tal y como está diseñada la dieta mediterránea.
Practicar más ejercicios
La actividad física es otro de los pilares de la prevención de problemas circulatorios y del corazón, además de otras enfermedades.
La práctica constante de ejercicios ayuda a elevar la fuerza de las contracciones cardiacas y regula el ritmo de dichas contracciones, aumentando a su vez el volumen de la sangre por el sistema circulatorio.
Dentro de las sugerencias realizadas por la OMS está practicar actividad física aeróbica moderada por un periodo de 150 a 300 minutos semanales o actividades aeróbicas intensas por un tiempo aproximado de entre 75 y 150 minutos a la semana.
Descansar bien
El sueño es uno de los factores que también tiene una incidencia directa sobre el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, de hecho existe un estudio científico que fue publicado en el European Journal of Preventive Cardiology, en el cual se señala que el control de los factores de riesgo, sumado a un descanso de mínimo 7 horas, disminuye hasta en un 65% el riesgo de padecer problemas cardiovasculares.
Dejar de fumar
La Organización Mundial de la Salud afirma que cerca de 8 millones de personas mueren anualmente por ser fumadores, de ahí la importancia de abandonar rápidamente este mal hábito.
Los especialistas señalan que los beneficios de dejar de fumar se pueden comenzar a experimentar incluso entre las 12 horas después de dejar el último cigarro, ya que se presenta una disminución en la cantidad de nicotina y monóxido de carbono del organismo, además de comenzar un proceso de reparación de los daños ocasionados tanto en el corazón como en los pulmones, producto del humo inhalado.