Como si fuera un remedio natural basado en la alimentación más sana que existe, las cáscaras de las frutas llegan para quedarse en nuestra dieta rica y equilibrada. Así ocurre con la cáscara de la granada, que es uno de esos alimentos que nos tiene reservada multitud de razones para consumirla. No todo es manzana, pera o plátano.
Lo ideal en el consumo de frutas y verduras de nuestra alimentación diaria es poder disfrutar de la ingesta de cinco porciones al día, ya que los nutrientes son insustituibles en este sentido gracias a la granada.
Ayudan a fortalecer, por otro lado, el sistema inmunológico y aportan una cantidad de fibra elemental para el desarrollo de nuestra flora intestinal.
Más allá de las frutas y verduras, hay productos que destacan precisamente por su cáscara o piel, que normalmente desechamos sin haberlo pensado mucho antes
¿Qué tiene la granada que la convierte en una fruta especial?
Más allá de esa cáscara que analizaremos ahora detenidamente, cabe reseñar que la granada es un alimento que se va colando en nuestros planes alimenticios pese a su cáscara dura.
Las pequeñas semillitas rojas es el auténtico fruto de la granada, que tienen un sabor muy dulce y no cuentan con azúcar añadido como sí tienen la mayoría de postres.
La granada es en especial una gran fuente de nutrientes esenciales como vitaminas y minerales que ayudan al funcionamiento del cuerpo.
Cuenta, a su vez, con propiedades antibacterianas y antiinflamatorias, algo que le permite luchar contra las enfermedades y le permite fortalecer tus defensas.
Evita la granada el envejecimiento celular, de ahí que sea también una fruta vital para el cuidado de nuestra piel con objeto de mantenerla hidratada.
Las 5 grandes propiedades de la cáscara de granada
Al igual que otro tipo de frutas, la cáscara de granada incluye virtudes medicinales que no debemos obviar. Y son muchas las razones que debemos apuntarnos cuando la incluimos en nuestra dieta rica y equilibrada.
- Cuenta con propiedades antiinflamatorias y antibacterianas
- Incrementa las defensas de nuestro organismo
- Elimina la diarrea
- Propiedades antioxidantes
- Permite absorber el calcio
Como ves, son muchos los motivos por los que debemos entender que la cáscara de la granada contiene una de esas semillas que actúa perfectamente como remedio natural de tantas cosas.
Los huesos o la piel son los grandes beneficiados en este sentido por la cáscara de granada, que ayuda a nuestro sistema inmunitario para evitar enfermedades o infecciones de diversa índole.
Entre las mismas, colabora en el tratamiento de forma suplementaria contra la artritis, la artrosis, o patologías más agudas como un catarro o una gripe.