La tiroides es uno de los problemas de salud que sufren miles y miles de personas, normalmente los mayores de 60 años, debido a diferentes circunstancias que hoy toca analizar. Aunque no todo el mundo sabe, la tiroides es una pequeña glándula que tiene forma de mariposa y que está situada en la parte frontal del cuello.
Lo cierto es que aunque no goce de un gran tamaño, sus funciones son esenciales, ya que se encarga de producir hormonas que afectan a la respiración, la frecuencia cardíaca, la digestión y la temperatura corporal.
¿Dónde está el problema de la tiroides?
Lo que le sucede a muchas personas es que a veces, la tiroides produce más hormonas de la cuenta o se queda corta, y eso provoca varios problemas en nuestro organismo, siendo muy difícil de diagnosticar.
Los Institutos Nacionales de la Salud (NIH en inglés) explican que los sistemas se aceleran a medida que aumentan los niveles de hormona tiroidea.
En muchas ocasiones, son trastornos autoinmunitarios debidos a ataques al propio sistema inmunológico que provocan la destrucción de células propias del cuerpo.
- Por ejemplo, está la enfermedad de Graves, que puede obligar a que la tiroides sea hiperactiva.
- Por otro lado, hay otro trastorno llamado enfermedad de Hashimoto que hace que la tiroides se vuelva, todo lo contrario al caso anterior.
- La dificultad a la hora de diagnosticar estos trastornos se deben a que los síntomas son similares a los de otro tipo de patologías. Hay diferencias mínimas y es difícil de detectar.
Hipotiroidismo
El hipotiroidismo, también conocido por tiroides hipoactiva, sucede cuando la glándula tiroides que hemos explicado anteriormente no es capaz de producir suficientes hormonas tiroideas para satisfacer las necesidades del cuerpo.
Esto desemboca en un colesterol alto que lógicamente devendrá en un empeoramiento de nuestra salud. Pocas veces, el hipotiroidismo grave no tratado puede provocar un coma mixedematoso.
Esto es una forma extrema de hipotiroidismo en el que las funciones del cuerpo se ralentizan de forma progresiva.
Los síntomas más comunes del hipotiroidismo, según los especialistas en la materia, son los siguientes:
- Fatiga, donde notamos el cansancio de forma más común que anteriormente.
- Depresión, uno de los grandes males del siglo, que cada día cuenta con mayor empatía social.
- Dolor articular y muscular que afecta tanto a nuestro tren superior como el inferior.
- Intolerancia al frío.
- Frecuencia cardíaca más lenta.
- Estreñimiento.
- Aumento de peso.
Por el contrario, el hipertiroidismo, o tiroides hiperactiva, lo padecemos cuando nuestra glándula tiroides produce más hormonas tiroideas de las que nuestro cuerpo pide o necesita.
En este punto conviene subrayar que si el hipertiroidismo no se trata, puede causar algunos problemas de salud graves como los coágulos de sangre, un accidente cerebrovascular, la oftalmopatía de Graves y la osteoporosis.