Las personas con obesidad, diabetes o síndrome metabólico son las que presentan un mayor riesgo cardiovascular por tener niveles de colesterol remanente. Así lo han advertido desde el Grupo de dislipemia aterogénica (DA) de la Sociedad Española de Arterosclerosis (SEA).
Es necesario aclarar que la dislipemia aterogénica es una patología con constituye un alto riesgo cardiovascular para el paciente, y que se encuentra estrechamente relacionada con el colesterol remanente. Esta enfermedad afecta en España a entre un 5% y un 10% de la población.
Así, en torno a 3 millones de personas pueden estar padeciendo dislipemia aterogénica. Si bien, el porcentaje de riesgo cardiovascular aumenta de forma considerable en personas con obesidad, síndrome metabólico o diabetes.
Dislipemia aterogénica y colesterol remanente
La dislipemia aterogénica es una enfermedad que alberga tres factores de riesgo cardiovascular por sí solo. Concretamente, niveles altos de triglicéridos, descenso de colesterol HDL (bueno) y presencia de partículas de colesterol LDL (malo).
Al respecto, el doctor Jesús Millán, Jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital General Universitario Gregorio Marañón y coordinador del Grupo de DA de la SEA, argumenta que «aún con colesterol LDL normal, con unos triglicéridos de entre 100 y 149 mg por dl, existe ya riesgo de enfermedad arteriosclerótica subclínica. Además, el riesgo de enfermedad arterial periférica y de enfermedad cerebrovascular se multiplica por 5 cuando el colesterol remanente es superior a 58 mg por dl».
Según este experto, el colesterol remanente puede actuar como una señal de alarma para el paciente y advertir de la probabilidad de que tanga lugar una complicación de carácter cardiovascular. Todo ello de forma independiente a un supuesto control del colesterol LDL.
Para ser más exactos, el colesterol remanente es aquel que no es ni LDL ni HDL y es posible estimarlo de forma indirecta en la práctica clínica.
Por su parte, el responsable de la Unidad de Lípidos del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, el doctor Pablo Pérez, explica que «como médicos, hemos de ser más incisivos en la búsqueda de ese riesgo residual en nuestros pacientes. Tenemos que buscarlo para poder personalizar los tratamientos de cada enfermo, y no tratar a todos por igual únicamente con estatinas».
En la actualidad, los especialistas médicos encuentran dificultades a la hora de detectar correctamente la dislipemia aterogénica, lo que supone que no realicen un tratamiento acorde a la situación que requiere el paciente. «No manejamos bien el riesgo residual incluso en pacientes bien tratados de hipercolesterolemia o su dislipemia LDL dependiente», confiesa el doctor Millán.
Tratamiento de la Dislipemia Aterogénica
En referencia al tratamiento de la dislipemia aterogénica, el doctor Millán manifiesta que «muchas veces debe ser combinado: porque presenta un aumento de colesterol, que sí requiere de la estatina, pero también aumento de triglicéridos, que requeriría otro fármaco».
Definitivamente, los expertos avisan que la mejor forma de prevenir la dislipemia aterogénica y otros factores de riesgo cardiovascular es seguir un estilo de vida saludable y controlar el peso corporal. También es importante acudir a un especialista médico para realizar revisiones de forma regular.