El colesterol es una sustancia importante para el correcto funcionamiento del organismo a todos los niveles. Sin embargo, cuando existe un exceso de esta sustancia en el cuerpo, se produce un aumento considerable del riesgo de enfermedad cardiovascular.
Entre otras cosas, el colesterol es esencial para la formación de hormonas, correcto absorción del calcio y ácidos biliares o el metabolismo de la vitamina D, una vitamina clave para diferentes aspectos del organismo.
Hay que tener claro que la cantidad de colesterol total en sangre debe registrar unos valores considerados saludables. Para ello, es preciso que los niveles de colesterol LDL sean bajos y el HDL sea alto.
El colesterol LDL, también conocido como ‘malo’ es una lipoproteína de baja densidad. La acumulación de esta sustancias en las paredes de las arterias puede causar diferentes problemas cardiovasculares.
Por otra parte tenemos el colesterol HDL, también llamado ‘bueno’, que es de lipoproteína de alta densidad. Este tipo ayuda a evitar la acumulación de colesterol en las arterias y a su correcta eliminación por parte del organismo.
Niveles de colesterol en personas mayores de 30 años
Es recomendable controlar los niveles de colesterol durante toda a vida, aunque especialmente es necesario prestar atención a los valores de esta sustancia en sangre a medida que envejecemos. Es decir, a partir de los 30 años y principalmente a partir de los 50 años.
Según indican desde la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, las personas mayores de 30 años deben controlar su colesterol una vez cada cinco años. Esta prueba consiste en un análisis de sangre que muestra los valores exactos.
Así, los niveles de colesterol total saludables en personas mayores de 30 años deben estar entre 125 mg/dl y 200 mg/dl. Por su parte, el LDL debe ser inferior a 100 mg/dl; mientras que el HDL debe ser superior a 40 mg/dl.
Niveles de colesterolTratamiento para rebajar los niveles
Los niveles de colesterol LDL demasiado elevados en sangre son altamente peligrosos para la salud. Este hecho provoca que se forme placa en el interior de los vasos sanguíneos y arterias, provocando un endurecimiento y estrechamiento de las mismas.
Así, el colesterol en exceso ocasiona una obstaculización o bloqueo completo del paso de la sangre, pudiendo provocar diferentes afecciones cardiovasculares, como infarto de miocardio o ictus.
Por tanto, cuando los niveles de esta sustancia son demasiado elevados, es importante establecer un tratamiento médico cuanto antes para volver a contar con unos valores normales, que no entrañen un riesgo para la salud cardiovascular.
El principal tratamiento para reducir los niveles de colesterol consiste en una dieta específica en la que la presencia de alimentos grasos y con colesterol sea mínima o nula. Además, junto a esta dieta, es común que su médico le indique un plan de ejercicio físico concreto.
Seguir una dieta baja en grasas y alimentos ricos en colesterol, predominando la presencia de alimentos saludables como frutas y verduras, favorece a su control. Además, de esta estructura nutricional específica, también resulta fundamental aumentar la regularidad e intensidad del ejercicio físico en función de la condición física del paciente.
La intensidad y frecuencia de la actividad física a realizar está determinadas por la condición física del paciente. Así, si este tratamiento no surge efecto o si los niveles de colesterol son demasiado excesivos, también es normal que su médico indique la administración de medicamentos concretos, como la Atorvastatina.