Las comidas precocinadas que encontramos en las tiendas y supermercados son muy prácticas y fáciles de preparar, en esos días en los que no tenemos ganas de cocinar. O simplemente cuando el trabajo no nos deja tiempo para preparar buenos platos caseros con ingredientes naturales. Un ejemplo de ello son las pastillas de caldo que encontramos de muchas marcas diferentes, pero la mayoría con la misma composición en su etiquetado. ¿Crees que estas son una alternativa saludable para los días en los que no tienes tiempo de cocinar?. Pues nada más lejos de la realidad.
Con la llegada del invierno muchas personas optan por consumir más caldos y sopas calientes que nos mantengan el cuerpo a una temperatura cálida durante todo el día. Sin embargo, debes saber que la mejor opción es que los prepares en tu casa con ingredientes saludables para tu cuerpo. Para evitar al máximo los aditivos que solo van a perjudicar la salud de tu organismo.
En este caso, las pastillas de caldo de pollo, pescado o verduras parecen una buena elección a la hora de comer algo caliente cuando no tenemos tiempo de cocinar. Pero lo cierto es que en su composición vamos a encontrar sustancias que debemos evitar para mantener un buen estilo de vida.
Composición de las pastillas de caldo que no debemos comer en una dieta saludable
Las pastillas de caldo que encontramos en los supermercados son ideales para preparar un rico caldo rápidamente, pero estas no nos aportarán nada beneficioso al organismo. Una de las cosas que más destaca de los ingredientes de su etiqueta es la cantidad de sal que incluye en su formato. Una característica común en este tipo de alimentos para que potencie el sabor de las comidas.
Este es el ingrediente no saludable en las pastillas de caldoPero, además, también vamos a encontrar entre sus compuestos principales glutamato monosódico (E621), los ribonucleótidos de sodio (E635), el almidón, el extracto de levadura y las grasas saturadas. Y te estarás preguntando, ¿dónde están las verduras, la carne o el pescado?. Pues te informamos que estos ingredientes se encuentran al final de su etiquetado. Por lo que no cabe duda de que las pastillas de caldo los incluyen en proporciones casi imperceptibles.
Y es que todos los compuestos que encontramos en mayor proporción sirven para darle más sabor y aumentar la sensación de hambre del consumidor. De hecho, la sal (que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir en pequeñas cantidades de como máximo 5 gramos al día) es uno de los ingredientes que más vamos a encontrar en este tipo de alimentos procesados. En total, la mayoría incluyen hasta 50 gramos.
Prepara caldos caseros ricos en vitaminas y bajos en grasas
Para evitar el consumo de pastillas de caldo esos días en los que no tenemos ganas ni tiempo de cocinar, lo mejor es que a lo largo de la semana prepares caldos caseros con ingredientes naturales. Los cuáles puedas guardar en la nevera para consumirlos siempre que quieras.
De hecho, el caldo casero es más energético y aporta un 40% más de proteínas que las pastillas. Por lo que es una mejor opción para controlar nuestra dieta saludable, y cuidar de forma responsable nuestro cuerpo.