Una nueva investigación ha analizado como influye la ingesta de fibra dietética en la inflamación de las personas mayores y su relación con la incidencia de enfermedades cardiovasculares (ECV). Los resultados son alentadores, ya que muestran que la fibra de los cereales, pero no la fibra de las frutas o las verduras, está asociada sistemáticamente a una menor inflamación y a una menor incidencia de enfermedades cardiovasculares.
El estudio ha sido llevado a cabo por investigadores de la Escuela de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia (Estados Unidos). Los resultados del trabajo han sido recogidos en la revista científica ‘JAMA Network Open’.
La investigación incluye datos de una cohorte prospectiva amplia y bien caracterizada de personas mayores; que cuenta con datos detallados sobre la ingesta dietética, la inflamación y la incidencia de enfermedad cardiovascular.
Así, el estudio ha confirmado las asociaciones observadas anteriormente entre la fibra dietética y las enfermedades cardiovasculares. Además, se amplió esas investigaciones para incluir la fuente de la fibra, la relación de la fibra con múltiples marcadores inflamatorios; así como para probar si la inflamación mediaba la relación entre la fibra dietética y la enfermedad cardiovascular.
De los 4.125 adultos inscritos en el Estudio de Salud Cardiovascular de 1989 a 1990, se realizo el siguiente proceso:
- Los participantes recibieron un cuestionario de frecuencia de alimentos que se administró a los que no tenían una enfermedad cardiovascular prevalente en el momento de la inscripción
- Luego se realizaron visitas de seguimiento para el desarrollo de enfermedad cardiovascular (accidente cerebrovascular, infarto de miocardio y muerte cardiovascular aterosclerótica) hasta junio de 2015.
- Las muestras de sangre se evaluaron para los marcadores de inflamación.
A mayor ingesta de fibra dietética, menor riesgo de enfermedades cardiovasculares
«Una mayor ingesta de fibra dietética se asocia con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular. Una hipótesis común ha sido que una mayor ingesta de fibra reduce la inflamación, lo que posteriormente conduce a un menor riesgo de ECV».
«Con los resultados de este estudio, ahora sabemos que un tipo concreto de fibra dietética -la fibra de los cereales-, pero no la fibra de las frutas o las verduras, se asocia a una menor inflamación». Así lo explica uno de los autores, Rupak Shivakoti.
Aunque hay datos que sugieren que la fibra en general podría tener efectos antiinflamatorios al mejorar la función intestinal, modificar la dieta y la saciedad (por ejemplo, reducir la ingesta de grasas y energía total) y mejorar el metabolismo de los lípidos y el perfil de la glucosa, no está claro por qué la fibra de los cereales, pero no la de las verduras o las frutas, se asocia a una menor inflamación, lo que justifica una mayor investigación.
Además, los investigadores señalan que no está claro si la fibra de los cereales per se u otros nutrientes de los alimentos ricos en esta materia de los cereales son los que impulsan las relaciones observadas.