La dieta alimenticia que seguimos de forma regular es un marcador de vida clave. Así, los expertos en nutrición resaltan la importancia de seguir una dieta equilibrada y saludable basa en alimentos de origen vegetal. Y es que esta estructura nutricional también permite incorporar proteínas completas.
Con motivo de la celebración del Día Internacional de la Madre Tierra (22 de abril), expertos en nutrición del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) destacan la importancia de llevar a cabo una diera saludable y sostenible rica en alimentos de origen vegetal; así como la relevancia para la salud de reducir el consumo de carne.
Es cierto que la carne es un alimento clave para la salud, aunque es recomendable siempre optar por las magras que tienen menos cantidad de grasas. Así, la carne aporta proteínas con todos los aminoácidos que necesita el organismo y también nutrientes particulares como la vitamina B12.
No obstante, según los últimos datos recabados por IMEO, en España se consumen más de 100 kilogramos de carne por persona al año. Esto es equivalente a unos 275 gramos diarios de media. Según estos expertos en nutrición es recomendable reducir en un 84% el consumo actual de carne y aumentar en un 80% la alimentación de origen vegetal.
Consumo de proteínas y combatir la obesidad
Un reto inminente al que se enfrentan los profesionales de la nutrición es reducir los elevados niveles de obesidad entre la población. Al respecto, los expertos de IMEO recomiendan seleccionar y combinar fuentes de proteína vegetal y animal, basándose en sus biodisponibilidad y valor nutricional.
En este sentido, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), estima que en 2030 la población mundial alcanzará los 8,6 billones de personas. Esto provocará un aumento de la demanda de alimentos y supondrá un reto para ofrecer alternativas alimenticias a la proteína de origen animal.
Así, los expertos en nutrición de IMEO destacan a las legumbres como un grupo de alimentos de vital importancia para la salud alimentaria en todo el mundo. Además de su alto valor nutricional, su producción es sostenible, respetuosa con el medioambiente y supone un coste mínimo.
La nutricionista Andrea Marqués, explica al respecto que «para reducir el consumo de fuentes animales y realizar una alimentación 80 por ciento vegetal, es necesario elegir bien las proteínas vegetales y saber combinarlas para no tener déficit de aminoácidos, ni de vitaminas mayormente provenientes de fuentes animales, como son algunas vitaminas del grupo B o minerales como el hierro».
La necesidad de una correcta elección
De forma tradicional, los alimentos de origen animal han sido más seleccionados por ser completos en cuando a su composición en aminoácidos fáciles de asimilar. Es decir, proteínas de alto valor biológico.
Sin embargo, en la actualidad se conoce que las proteínas de origen vegetal también pueden completar las necesidades de aminoácidos si se integran en una estructura nutricional adecuada. Por lo tanto, es posible reducir la ingesta de carne sin que ello suponga una disminución de los valores proteicos en el organismo.
Como conclusión, la doctora Marqués detalla que «en primer lugar, debemos procurar que el aminoácido limitante, aquel que falta en una fuente proteica de origen vegetal, o que está presente, pero en escasa cantidad, quede cubierto. Esto no sería un problema, si la ingesta de vitaminas y minerales es adecuada y si se lleva una alimentación variada con frutas, vegetales e hidratos de carbono complejos, además de las proteínas».