La fibra es un nutriente de gran importante para el funcionamiento correcto del organismo. Entre otras cosas, se trata de un nutriente que tiene efectos muy concretos en el proceso natural de digestión después de cada comida.
Los expertos en nutrición coinciden en que deberíamos otorgar más importancia a la fibra durante nuestro día a día. Si bien, normalmente, las personas que siguen una dieta saludable, equilibrada y completa obtienen los niveles de fibra necesarios para un funcionamiento correcto del organismo y una digestión adecuada.
Además, la fibra no es solo un nutriente clave en la digestión, si no que algunos alimentos ricos en este nutriente aportan vitaminas y minerales con grandes beneficios para la salud.
Beneficios de la fibra en la salud y la digestión
En una entrevista para ‘Infosalus‘, el decano del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Andalucía Luis J. Morán Fagúndez, destaca los beneficios variados del consumo de fibra para el organismo.
«Por un lado, la fibra contribuye a la prevención de estreñimiento, ya que regula la evacuación del colon, ejerciendo así un efecto laxante. También aporta saciedad, evitando así una excesiva ingesta de alimentos y controlando, por tanto, el riesgo de sobrepeso y de obesidad», explica este experto en nutrición.
Además de sus beneficios en la digestión, la fibra juega un papel clave en la regulación de los niveles de glucosa en sangre; lo que constituye un nutriente de gran valor para las persona con diabetes. Igualmente, la fibra actúa reduciendo los niveles de colesterol plasmático y disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
En otro orden de cosas, el experto Luis J. Morán Fagúndez, argumenta que «además, como hemos mencionado anteriormente, la fibra promueve un adecuado desarrollo de la microbiota intestinal, protegiendo así al organismo de microorganismos patógenos e incluso de células tumorales. Así también previene la aparición de enfermedades digestivas, como pueden ser el síndrome de intestino irritable o enfermedad inflamatoria intestinal».
Fuentes de fibra
La fibra es un nutriente particular que se encuentra en alimentos como cereales de grano entero, arroz, pasta, pan, lentejas, alubias, garbanzos, vegetales como frutas, verduras y hortalizas, frutos secos naturales o en semillas como el sésamo o la chía; entre otros.
Debido a los efectos de la fibra en la digestión y otros aspectos de salud, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés), recomienda un consumo diario de unos 25 gramos de fibra dietética en caso de personas adultas.
Esta cantidad ayudaría al buen funcionamiento del sistema digestivo, proceso de digestión y rebajar el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas.
Contraindicaciones
Sin embargo, los expertos indican que la ingesta de este nutriente no es demasiado recomendable para personas con determinados trastornos intestinales; como la enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa.
Finalmente, el especialista Luis J. Morán Fagúndez resalta que «del mismo modo, estaría desaconsejado su consumo excesivo en personas con malabsorción de determinados nutrientes, ya que la fibra puede reducir la disponibilidad de minerales en el organismo (debido al tránsito intestinal más rápido), y/o la saciedad derivada de su consumo puede traducirse en una menor ingesta de alimentos y, por tanto, menor aporte de nutrientes».