La bilirrubina es una sustancia que presenta un color amarillento y que aparece cuando los glóbulos rojos y hematíes se descomponen. Contar con unos niveles elevados de esta sustancia en sangre puede tener importantes consecuencias.
Los glóbulos rojos están compuestos por hemoglobina, la cual es fundamental para el transporte de oxígeno a través de la sangre. Así, cuando la hemoglobina se degrada, la sustancia resultante se denomina bilirrubina. En este sentido, para poder ser expulsada, se transforma en bilirrubina directa y bilirrubina indirecta.
Por una parte, la bilirrubina directa es aquella que se mezcla con diferentes tipos de azúcares en el hígado y se acumula en la vesícula biliar para posteriormente ser expulsada por la bilis del intestino y posteriormente en parte por la orina.
Sin embargo, la bilirrubina indirecta se combina con la albúmina en sangre y llega hasta el hígado, órgano en el que es absorbida por los hepatocitos o células hepáticas.
¿Qué pasa cuando sube la bilirrubina?
En muchas ocasiones habremos escuchado la expresión ‘me sube la bilirrubina’, especialmente debido a la famosa canción de Juan Luis Guerra. Sin embargo, la subida de la bilirrubina en sangre no trae nada positivo para la salud.
Cuando los niveles de esta sustancia suben demasiado en sangre suelen ser síntoma de la aparición de una enfermedad, generalmente de origen hepático o de la vesícula biliar. Es decir, hay una patología que esta ocasionando una subida de los valores.
Algunos síntomas que pueden indicar el aumento de la bilirrubina es la ictericia, que es una afección amarillenta de la piel y mucosa.
Cusas del aumento de la bilirrubina
Existen determinadas causas que pueden provocar un aumento de los niveles de bilirrubina en sangre, las cuales habitualmente se producen en el proceso de eliminación de la hemoglobina. Una de estas causas es la obstrucción del hígado, la cual impide la expulsión normal de la bilis.
Además, otras causas del incremento de esta sustancia en la sangre son las siguientes:
- Obstrucción fuera del hígado.
- Enfermedades del hígado con disfunción de los hepatocitos.
- Incremento en la producción de hemoglobina.
- Enfermedades de carácter hereditario, como el síndrome de Dubin-Johnson, síndrome de Rotor o síndrome de Gilbert.
Así, si presentamos niveles altos de bilirrubina lo más adecuado es realizad un diagnóstico lo más pronto posible y establecer un tratamiento que ayude a equilibrar los valores de esta sustancia.
La mejor forma de conocer los valores de esta sustancia es a través de un análisis de sangre, el cual ofrece los valores reales de bilirrubina directa, indirecta y total. Cuando los valores son más bajos de lo normal no es necesario realizar ningún tratamiento, pues no suponen un peligro.
Cómo actuar en caso de valores elevados
Desde ‘Salud Mapfre’ explican que es necesario actuar ante una subida elevada de los valores de bilirrubina en el organismo. Así, un análisis sangre es la mejor prueba para confirmar los niveles en sangre y las alteraciones de otros posibles elementos.
Seguidamente, es normal que los especialistas médicos realicen estudios de diagnósticos por imagen, encaminados principalmente al estudio del hígado y la vesícula biliar.
También es posible que se lleve a cabo una biopsia hepática y laparoscopia, que son procedimientos quirúrgicos invasivos que podrían realizarse en caso de que los niveles de esta sustancia sean demasiado preocupantes.