Una de las vitaminas más importantes para la salud de las personas es la vitamina C, debido principalmente a su acción antioxidante, que repercute beneficiosamente en la piel, funcionamiento del sistema inmune, estado del cerebro y corazón, entre otras cosas.
La vitamina C es un nutriente con gran capacidad antioxidante, que ayuda a combatir contra los radicales libres que en ocasiones pueden causar daños oxidativos en la piel. Por uno de estos motivos, esta vitamina es tan importante para la piel.
Además, la vitamina C también estimula la producción de colágeno, que se trata de una proteína clave para la conexión de tejidos, cartílagos y la elasticidad de la piel. Entre otros efectos favorables, ayuda a una mejor cicatrización de la piel.
¿Qué son los radicales libres?
Debemos tener en cuenta que el organismo humano funciona de tal manera que cada día produce cientos de miles de reacciones químicas que necesitamos para sobrevivir. Sin embargo, como daño colateral de estos procesos se liberan unas ‘partículas de desecho’ denominadas radicales libres.
Cuando estos radicales libres se sueltan en grandes cantidades pueden ocasionar un envejecimiento prematuro del organismo y los tejidos. Igualmente, al tener una acción oxidativa, también puede aumentar el riesgo de determinadas enfermedades.
Pero además, los radicales libres que campan por el organismo también pueden proceder del exterior, a través del tabaco, alcohol, contaminación ambiental, exceso de luz solar o la comida, especialmente con alimentos quemados.
Así, la vitamina C es un nutriente de gran valor, ya que gracias a su potente capacidad antioxidante ayuda a hacer frente a los radicales libres. Gracias a esta vitamina es posible limitar los daños que pueden ocasionar los radicales libres en la salud.
Efectos de la vitamina C en la salud
La vitamina C es un antioxidante natural que se encuentra en alimentos de origen vegetal principalmente, como frutas cítricas, verduras, frutas, frutos rojos, legumbres y hortalizas. Realizar una alimentación saludable permite contar con unos valores óptimos de este nutriente.
Así, la capacidad antioxidante de la vitamina C ofrece efectos favorables para los siguientes aspectos de salud, según indican los expertos:
- Piel: Planta cara a los radicales libres que provocan daños oxidativos en la piel y aceleran el envejecimiento cutáneo. Además, también se opone a los radicales libres que degradan el colágeno.
- Corazón: Ayuda a frenar la oxidación del colesterol LDL (malo). Es decir, contribuye a reducir uno de los principales procesos que provocan la formación de placa de colesterol, disminuyendo de esta forma el riesgo de enfermedad cardiovascular.
- Ojos: La vitamina C también es importante para la salud ocular, junto con otros elementos que también tienen capacidad antioxidante, como la luteína, vitamina E y beta-carotenos.
- Cerebro: La capacidad antioxidante de la vitamina C también ayuda a proteger la salud de las neuronas, que son las células más vitales del sistema nervioso.
Así, el consumo regular de alimentos como el kiwi, pimientos, naranja, limones, brócoli, col de Bruselas, pomelo, perejil, fresas, frutos rojos y similares, ayuda a contar con unos valores óptimos de vitamina C; con los beneficios que ello conlleva para la salud general del organismo.