Un nuevo trabajo de investigación ha descubierto un posible nuevo beneficio de controlar de forma adecuada los niveles de glucosa en sangre. Dicho estudio ha estado encabezado por científicos de la División de Investigación del Centro de Diabetes Joslin (Estados Unidos).
En concreto, han examinado si los niveles de glucosa elevados inhabilitan la respuesta del cuerpo al ejercicio, y si su reducción puede mejorar la capacidad aeróbica con el entrenamiento.
Así, las conclusiones de este estudio se han publicado en la revista científica ‘Diabetes‘. Los resultados sugieren que la combinación de un medicamento para reducir la glucosa y el ejercicio físico pueden ayudar a mejorar la capacidad de entrenamiento de las personas con niveles altos de glucosa en sangre (Hiperglucemia).
Ejercicio físico y control de glucosa en sangre
El ejercicio genera una importante variedad de beneficios al organismo. En el caso de las personas con enfermedades como la diabetes tipo 1, diabetes tipo 2 o prediabetes, la actividad física puede ser un gran aliado para controlar los niveles de glucosa en sangre; así como prevenir el desarrollo de enfermedades cardíacas.
No obstante, los expertos señalan que las personas con diabetes suelen tener una capacidad de ejercicio aeróbico inferior a la de las personas sin enfermedades metabólicas. Es decir, los cuerpos de estas personas no queman oxígeno de manera tan eficiente y también pueden presentar una mayor resistencia a mejorar la capacidad de ejercicio con el entrenamiento.
La doctora Sarah J. Lessard, una de las principales líderes de la investigación, detalla que «a medida que se dispara la prevalencia de las enfermedades metabólicas, la baja capacidad de ejercicio asociada a la glucosa elevada tiene el potencial de afectar a una proporción grande y creciente de la población. Determinar por qué el cuerpo de algunos individuos se resiste a aumentar la capacidad de ejercicio incluso con entrenamiento nos ayudará a diseñar estrategias para mejorar la salud y la longevidad de esta población».
El estudio que nos atañe se dividió en dos partes. En la primera de ellas, los investigadores utilizaron un fármaco denominado ‘canagliflozina‘, que puede reducir los niveles de glucosa en sangre en un modelo de ratón. Así, a los ratones con hiperglucemia inducidas se les monitorizó mientras corrían de forma voluntaria en ruedas de ejercicio durante seis semanas.
Conclusiones del estudio
Posteriormente, este grupo de científicos analizó la respuesta de los ratones al entrenamiento con ejercicios. De esta forma, observaron una considerable mejora en aquellos que habían tomando el medicamento, en comparación con los que no lo recibieron.
Los investigadores también confirmaron que las moléculas identificadas en los experimentos preclínicos pueden ser relevantes en seres humanos, más allá de los animales.
En referencia a este asunto, la investigadora Lessard manifiesta que «descubrimos que tener un nivel alto de azúcar en sangre durante largos periodos de tiempo cambia la forma en que los músculos responden al ejercicio a nivel molecular. La buena noticia es que descubrimos que la reducción de los niveles de glucosa en sangre en ratones con diabetes mediante la medicación canagliflozina puede prevenir las deficiencias que empañan las mejoras de la capacidad de ejercicio que se producen con la glucosa alta en sangre».
Ahora, los investigadores se marcan como siguiente paso analizar si otros tratamientos para reducir la glucosa, como la alimentación, pueden ser tan eficaces para mejorar la respuesta al ejercicio como las terapias farmacológicas.
Como conclusión, la investigadora líder comenta que «si logramos comprender mejor cómo la hiperglucemia provoca estos cambios en el músculo, podremos desarrollar terapias específicas para restaurar la respuesta al ejercicio».