No todas las úlceras que podemos tener en nuestro organismo tienen que ser obligadamente pépticas o estomacales. Hay úlceras por presión, también denominadas como escaras, que son lesiones en la piel o en el tejido inferior que resultan de una presión prolongada sobre la piel. Suelen tenerlas las personas con discapacidad por el roce con la silla en talones, tobillos, caderas o coxis.
También pueden padecer una úlcera personas que tienen problemas a la hora de moverse de una cama, con limitación grave de movimiento, o una silla por diferentes cuestiones.
Lo cierto es que las úlceras por presión pueden salir con el paso de las horas o de los días, pero se suelen curar con tratamiento de forma casi definitiva.
Porque no hay una cura que asegure que no volverán a salir, pero sí hay remedios caseros y un tratamiento que ayudará a que te despidas de ellas por un tiempo y las prevengas.
¿Cuáles son los síntomas de una úlcera de decúbito?
Normalmente, los signos que nos pueden poner en alerta sobre si tenemos algún tipo de úlcera de presión o úlcera de decúbito son los siguientes:
- Cambios inusuales en el color o la textura de la piel
- Hinchazón
- Drenaje similar al pus
- Un área de la piel que se siente más fría o más caliente al tacto que otras áreas
- Áreas sensibles
Si tienes alguno, no dudes en contactar con tu médico de confianza, y recuerda que toda úlcera tiene su proceso de evolución. Irás poco a poco.
El daño de tu piel y los tejidos va desde una piel roja aparentemente sin daño hasta una lesión profunda que afecte a los músculos y los huesos.
¿Qué tratamiento he de seguir si tengo una úlcera por presión?
En circunstancias normales, y cuando acudas a tu cita con el médico, el doctor analizará tu piel de forma prolongada para asignarle una etapa a tu herida.
Cuando clasifique, por rango, tu herida, te facilitará un tratamiento más allá del diagnóstico inicial, y por consiguiente, es probable que te pida un análisis de sangre.
Será entonces cuando el médico te haga preguntas de cuándo te apareció por primera vez la úlcera, el grado de dolor que tienes o si has tenido una ya en el pasado.
Lo que buscará entonces tu médico con tu ayuda es un tratamiento en el que se intente reducir la presión sobre la piel afectada, de forma que se puedan cuidar las heridas, controlar el dolor, prevenir la infección y mantener una buena nutrición.
Tendrás a tu disposición personal para que supervise tu tratamiento, atiendan tus heridas y fisioterapeutas que intervengan para fomentar tu movimiento, si es necesario.
Con el objetivo de reducir la presión, se realizarán dos estrategias bien diferenciadas como es el reposicionamiento y el uso de superficies de apoyo.