¿Sueles aburrirte mucho? ¿Sí? ¿Y sabes cuál puede ser el motivo? Porque aquí vamos a dejarte una posible razón que no mucha gente conoce: que existe una patología denominada aburrimiento crónico, basado en esa sensación que se te queda el cuerpo y la mente cuando nada te entretiene, o no te llena sobremanera como para poder encontrar una motivación con la que poder seguir haciéndolo.
Si es tu caso, y además es algo que perdura en el tiempo pese a que pruebes cambios en tu vida tanto a nivel profesional como personal, quizá podrías ser uno de los casos reales de pacientes a los que les cuesta poder encontrar diversión con algo.
Debe ser muy difícil tener grandes dificultades a la hora de poder experimentar sensaciones agradables, así que se puede tomar cartas en el asunto para tratar de frenarla lo antes posible. Porque la vida está para todo menos para aburrirse.
¿Es el aburrimiento crónico un trastorno psicológico?
Por más que te lo pueda parecer, el aburrimiento crónico no es ningún tipo de problema mental, ni leve ni mayor, pero sí que es causante de un estado de insatisfacción emocional que puede ser indicativo de otros problemas que pueden ser más graves, como por ejemplo la depresión y la ansiedad. Todo respeto es poco hacia este tipo de problemas que sí quieren de la mano de profesionales que nos ayuden a encontrar la respuesta a nuestros problemas.
Conoce qué le pasa a nuestro organismo cuando nos aburrimos por cualquier circunstancia, y cómo actúa con elloLo que se busca en este tipo de casos de aburrimiento es apretar la tecla de la creatividad, dado que se buscan alternativas originales que se busquen de cualquier escenario incómodo. Se activa lo que se conoce como red neuronal por defecto, una que usamos cuando soñamos mientras estamos despiertos.
Estos son los síntomas más comunes del aburrimiento crónico
Si lo que quieres es saber identificar los signos más comunes del aburrimiento crónico, en El Prado Psicólogos ofrecen 8 síntomas muy corrientes que te ayudarán a entenderlo:
- Dificultades para concentrarse en muchas de las actividades cotidianas, desde leer hasta ver la televisión
- Sensación de que el tiempo pasa con extrema lentitud
- Crees que el entorno carece de estímulos interesantes, tienes la sensación de que las experiencias gratificantes de la vida se han puesto en pausa
- Falta de interés por la mayoría de las actividades, incluso por aquellas que antes te reportaban una gran satisfacción
- Te resulta difícil encontrar la motivación para emprender nuevos proyectos o actividades, a menudo te parece que se trata de una tarea colosal o una misión imposible
- Consideras que todas las cosas que haces son monótonas o carentes de sentido, cuando antes tenían un significado importante para ti
Por otro lado, tendrás la sensación de estar como enjaulado, con una sensación de hastío permanente que parece no acabar nunca. Si el desafío persiste con el tiempo, lo mejor es ponerse siempre en las manos de profesionales de la psicología.