Enfermedades como la diabetes tipo 2 requieren de un control de los niveles de glucosa por parte del paciente para evitar problemas derivados de esta afección de salud. Y es que la diabetes tipo 2 supone un factor de riesgo cardiovascular por sí mismo.
Además, hay que tener en cuenta que las personas con diabetes también cuentan en ocasiones con otros factores de riesgos cardiovasculares, como la hipertensión arterial y alteraciones de los niveles de lípidos en sangre; especialmente el colesterol y triglicéridos.
En este sentido, es necesario resaltar que existen dos tipos de colesterol. Por un lado encontramos el colesterol HDL (bueno), que protege frente a enfermedades circulatorias y es beneficioso que se encuentre en niveles altos. Por su parte, el colesterol LDL (bueno) es perjudicial y en cantidades elevadas aumenta el riesgo de patologías cardiovasculares y cerebrovasculares.
Control de la glucosa, colesterol y triglicéridos
Además, otro lípido presente en la sangre son los triglicéridos, que en niveles altos también son elevados. Así, desde la Fundación de la Sociedad Española de Diabetes (FSED) destacan que las personas con diabetes tipo 2 no solo deben controlar sus niveles de glucosa, si no también el colesterol y triglicéridos.
Al respecto, desde le FSED indican que «cuando una persona con diabetes tiene niveles elevados de colesterol LDL y triglicéridos y niveles bajos de colesterol HDL se producen acúmulos de estas sustancias en el interior de las arterias por lo que se reduce su calibre y secundariamente la cantidad de sangre que fluye por su interior. Este proceso se denomina arteriosclerosis y es el principal factor en el origen de enfermedades como el infarto de corazón o cerebral»-
Por todo ello, resulta fundamental que junto a las mediciones de glucosa en sangre, a los pacientes con diabetes también se le realicen pruebas de forma regular para observar los valores de colesterol y triglicéridos.
En caso de que un paciente con diabetes presente niveles alterados, es posible corregir esta afección de salud estableciendo nuevas pautas de alimentación y aumentando la regularidad de realización de ejercicio físico.
Cómo controlar el colesterol
Tanto en el control de los niveles de glucosa, como en el control de los valores de colesterol en sangre, la alimentación juega un papel clave.
En referencia a ello, los profesionales de la FSED recomiendan para reducir el colesterol restringir «alimentos ricos en grasas saturadas como son los embutidos, tocino, lácteos y bollería industrial a la cual se le suelen añadir grasas saturadas en su elaboración».
Por contra, es apropiado incorporar en la dieta una mayor cantidad de frutas, verduras, alimentos elaborados con cereales integrales, frutos secos y aceite de oliva. En definitiva, una alimentación completa y saludable permite llevar un controla adecuado tanto de la glucosa como de los niveles de colesterol.
Respecto a la realización de ejercicio físico, es recomendable llevar a cabo actividades de intensidad moderada durante al menos 30 minutos todos los días. Entre estas actividades podemos hablar de andar deprisa, correr de forma suave, montar en bicicleta o nadar.
Además de establecer unos niveles de glucosa saludables, desde la FSED recomiendan a las personas con diabetes tener «niveles de colesterol LDL por debajo de 100 mg/dl, niveles de colesterol HDL por encima de 45 mg/dl y niveles de triglicéridos inferiores a 150 mg/dl».