Cuando escuchamos la palabra colesterol, rápidamente existe la tendencia de asociarlo a una afección de salud o a un aspecto negativo en el organismo. Pero no siempre debe ser así, ya que esta sustancia cumple importantes funciones en el cuerpo.
El verdadero problema del colesterol surge cuando sus niveles son demasiado altos en sangre, ya que constituyen un importante factor de riesgo de enfermedad cardiovascular.
Así, el colesterol como tal no es malo para la salud, si no todo lo contario, ya que se trata de una sustancia fundamental que realiza funciones esenciales. La clave está controlar los niveles de colesterol y mantener un equilibrio saludable.
Funciones del colesterol en el organismo
El colesterol es una sustancia que forma parte de las membranas de nuestras células y además es primordial para la fabricación de determinadas hormonas y vitaminas. Entre otras cosas, participa en el proceso de síntesis de la vitamina D.
Así, el problema aparece cuando se produce un exceso de los niveles de colesterol en el organismo, conocido como hipercolesterolemia. Esta sustancia tiende a acumularse en las paredes de las arterias, pudiendo llegar a provocar el taponamiento del flujo sanguíneo, siendo la causa de ictus o enfermedad cardiovascular.
Además, es importante tener en cuenta que es el colesterol LDL o ‘malo’ el que provoca este tipo de acumulación de placa en sangre.
En este sentido, el exceso de colesterol malo en sangre puede tener lugar debido a una alimentación inapropiada o porque nuestro organismo produce demasiada cantidad de este sustancia. Si bien, también influye que los niveles de colesterol HDL (‘bueno’) sean demasiado bajos, siendo este el encargado de eliminar el LDL.
Uno de los grandes problemas es que la hipercolesterolemia no se manifiesta mediante síntomas. Por tanto, la única forma de conocer los niveles exactos de colesterol es mediante la realización de un análisis de sangre.
Al respecto es adecuado presentar unos niveles de LDL por encima de 50 y un HDL por debajo de 100. Es decir, que el nivel de colesterol total se sitúe siempre por debajo de 200, para que no constituya un peligro para la salud.
Equilibrio del HDL y LDL
Lo ideal es seguir un modo de vida que permita presentar unos niveles de colesterol HDL y LDL adecuados. Esta es la principal forma en la que podremos evitar un episodio de hipercolesterolemia.
El aspecto principal que debemos tener en cuenta es la alimentación. Para ello, es apropiado seguir una dieta equilibrada y saludable, donde las frutas y las verduras tengan un importante protagonismo. Además, en nuestra estructura nutricional debemos evitar los alimentos grasos y ultraprocesados.
Un nutriente beneficioso para regular los niveles de colesterol en el organismo es la fibra. Además, este nutriente también ayuda a mejorar el tránsito intestinal.
También es positivo tomar productos lácteos que tienen como objetivo bajar el colesterol. Pero esto solo debe ser un complemento al estilo alimenticio descrito anteriormente.
Además, realizar ejercicio físico con regularidad a una intensidad ajustada a nuestra condición física es clave tanto para prevenir la hipercolesterolemia, como para reducir los niveles de colesterol.