Aunque muchas personas desconocen esta situación, el uso de determinados mecanismos de calefacción durante los meses o días fríos del año puede tener efectos en el sistema respiratorio. Por lo tanto es necesario conocer como utilizar estos elementos de forma segura.
Por otra parte, también debemos tener en cuenta que las bajadas de temperaturas también incrementan el riesgo de virus y enfermedades respiratorias. En ocasiones, las temperaturas frías del exterior junto con las climatizaciones elevadas de lugares cerrados pueden provocar afecciones de salud que afectan al sistema respiratorio.
Los expertos aclaran que la calefacción puede ser un aliado para hacer frente a posibles infecciones o virus por bajas temperaturas. Sin embargo, si se hace un mal uso de estos mecanismos también puede ser perjudicial.
Calefacción y sistema respiratorio
Lo ideal durante los meses o días fríos del año es establecer una temperatura adecuada en espacios cerrados pero que no se vuelvan totalmente herméticos. Y es que una temperatura demasiado elevada también puede ser nociva, principalmente para el sistema respiratorio.
Por ejemplo, desde ‘Clínica Los Condes‘ explican que todas las estufas con llama o catalíticas consumen oxígeno, elevan el polvo en suspensión, producen gases y partículas tóxicas, Algunas de estas partículas secan el aire, por lo que ocasionan que resequen las vías respiratorias.
Sin embargo, otras partículas producen humedad, que puede provocar el desarrollo de hongos invisibles a la vista que provoquen la aparición de enfermedades que afecten al sistema respiratorio.
Teniendo en cuenta todo ello, los profesionales de la mencionada clínica enumeran una serie de consejos para realizar un uso seguro de la calefacción sin que suponga un riesgo para el sistema respiratorio:
- Si tienes una estufa de gas o parafina es recomendable prender en el exterior y dejar ahí durante 15 minutos antes de pasar al interior.
- No apagar nunca la estufa dentro del hogar.
- Ventilar de forma diaria las habitaciones.
- Mantenerla encendida únicamente durante una horas.
- Ventilar el recinto todo lo que se pueda hacia el exterior.
Además, también es recomendable evitar levantar el polvo al barrer. Igualmente, es importante limpiar de forma diaria el polvo que se deposita en las estufas.
Calefacción y contaminación
Los profesionales de ‘Clínica Los Condes‘ manifiestan que «en general, con excepción de las estufas eléctricas, las losas radiantes, los radiadores y los calefactores que cuentan con sistema de cámaras de combustión cerradas y evacuación externa de los gases generados producto de la combustión, todo el resto de las calefacciones contaminan el aire interior de una casa».
Así, contaminar el aire interior de una casa puede conllevar diferentes daños para el sistema respiratorio en algunas situaciones para sus habitantes. Los métodos de calefacción más dañinos son las chimeneas de leña o las estufas catalíticas.
Esto ocurre porque para generar el calor requieren de la consumición de oxígeno mientras liberan partículas de gas tóxicas en función de su configuración. Así, sin ni siquiera saberlo, las habitaciones de una casa pueden convertirse en un lugar de inflamaciones e irritaciones que afectan al sistema respiratorio.
Como conclusión, los especialistas detallan que las «náuseas, dolores de cabeza, fatiga, neumonías, problemas bronquiales, reacciones alérgicas, irritación de las mucosas, asma bronquial, enfermedades al corazón en adultos y hasta muerte por asfixia, son algunos de los efectos que tiene la contaminación de estufas en las personas».