Las personas con diabetes tienen dificultad para generar la insulina o para utilizarla correctamente en el organismo, depende del tipo de diabetes. Si bien, para estos pacientes resulta fundamental controlar los niveles de glucemia (glucosa en sangre).
En este sentido, uno de los tratamientos más comunes para las personas con diabetes es la administración de insulina. Y es que esta sustancia realiza una función fundamental en los niveles de glucemia del organismo, así como para prevenir las diferentes complicaciones que puedan surgir a raíz de esta patología.
Las personas con diabetes tipo 1 no producen ningún tipo de insulina, mientras que las personas con diabetes tipo 2 fabrican insulina pero no es aprovechada directamente por el organismo. Así, la administración de insulina es un aspecto fundamental para este tipo de pacientes, con el objetivo de regular los niveles de glucemia.
Cómo actúa la insulina en el cuerpo
Para comprender la importancia de la insulina en las personas con diabetes, vamos a explicar de manera breve como funciona esta sustancia en el organismo en circunstancias normales y por que es esencial en el correcto funcionamiento del metabolismo de cualquier ser humano.
Cuando una persona no tiene diabetes, la insulina es fundamental para los siguientes aspectos:
- Ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre: La insulina es la sustancia que permite que la glucosa procedente de los alimentos no se acumulen en el torrente sanguíneo y se distribuyan a todas las células del cuerpo para proporcionar la energía necesaria.
- Almacena los excesos de glucosa: Cuando los niveles de insulina son elevados después de una comida, el exceso de glucosa se almacena en el hígado en forma de glucógeno. Así, cuando bajan estos valores de insulina, es el hígado en el cargado de liberar el glucógeno al torrente sanguíneo en forma de glucosa. Este fenómeno mantiene los niveles de glucemia dentro de un rango equilibrado.
La insulina en la diabetes y el control de glucemia
Así, las personas con diabetes tienen dificultades para utilizar o producir correctamente la insulina. Por eso, la mayoría de tratamientos consisten en la administración de esta sustancia mediante una jeringuilla.
Los niveles de glucemia en una persona con diabetes siguen aumentando tras cada comida porque no existe una cantidad adecuada de insulina para trasladar la glucosa hacia las células del cuerpo.
Cómo hemos comentado anteriormente, las personas con diabetes tipo 2 presentan resistencia a la insulina y no la usan correctamente, además de presentar una producción deficiente. En el caso de las personas con diabetes tipo 1 es que directamente no fabrican esta sustancia en el organismo.
Es fundamental llevar a cabo un adecuado tratamiento médico en las personas con diabetes, ya que unos niveles elevados de glucosa en sangre pueden ocasionar diferentes problemas de salud, desde ceguera, daño renal, daño nervioso o enfermedades cardiovasculares.
En definitiva, la terapia con insulina es fundamental para las personas con diabetes tipo 1 para reemplazar la insulina que no produce el organismo.
Si bien, en las personas con diabetes tipo 2, el tratamiento con insulina será necesario si no funcionan previamente otras terapias para mantener unos niveles adecuados de glucemia en el organismo.
Así, en cualquiera de ambos casos, el tratamiento con insulina tiene la finalidad de mantener los niveles de glucemia en unos valores considerados como saludables en relación a la enfermedad con la que conviven este tipo de pacientes.