El colesterol es una sustancia esencial para el organismo, sin embargo, cuando se presentan niveles demasiado elevados en sangre puede suponer un problema para la salud. Por eso es adecuado controlar de forma regular sus valores.
Entre otras cosas, el colesterol es uno de los lípidos o grasas más importantes que se encuentran en el cuerpo. Es clave para la formación de membranas de las células de los órganos y también es utilizada como ‘materia prima para la síntesis de hormonas sexuales y tiroideas; entre otras cosas.
Así, cuando los niveles de colesterol se acumulan en sangre pueden suponer un problema de gran consideración y constituir un factor de riesgo para el desarrollo de diferentes enfermedades cardiovasculares, pudiendo desembocar incluso en la muerte.
¿Cómo detectar niveles elevados de colesterol?
La hipercolesterolemia es el término que se utiliza para definir los valores elevados de colesterol en sangre. Así, desde la Fundación Española del Corazón advierten, que por norma general, contar con niveles altos de colesterol no se manifiesta a través de ningún síntoma.
Es decir, para determinar la existencia de hipercolesterolemia será necesario realizar un análisis de sangre que muestra los valores de colesterol y también de los triglicéridos.
Al respecto, el doctor Carlos Morillas, jefe de la Sección de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Dr Peset (Valencia), explica que «se debe de hacer un análisis con 12 horas de ayuno en toda persona a partir de 40 años, o en caso de presentar alto riesgo cardiovascular a cualquier edad (menos relevante el ayuno para LDL, pero importante para valor de triglicéridos); y posteriormente una segunda analítica de comprobación en la que se descartarán causas secundarias de ese aumento de colesterol».
Esta es la única forma de determinar con exactitud la existencia de niveles altos de colesterol y en caso de que así sea establecer un tratamiento que permita la reducción de los mismos cuanto antes.
Reducir los niveles
En este sentido, para reducir los niveles de colesterol, el doctor Morilla aboga por establecer una dieta saludable, como por ejemplo la mediterránea. Es decir, que sea baja en grasas saturadas, colesterol y grasas trans.
Igualmente, en este nuevo plan alimenticio será conveniente limitar el consumo de alimentos procesados y carne roja; a la vez que es conveniente incrementar la ingesta de frutas, verduras y pescado. La realización de ejercicio físico es clave para incrementar el colesterol HDL (bueno).
Con todo ello, junto a una alimentación adecuada, es conveniente implantar un programa de ejercicio aeróbico con actividades como caminar, carrera suave, natación o ciclismo; y cuya intensidad sea moderada y se realice de forma regular. Este hecho permitirá aumenta el colesterol HDL y reducir el LDL, así como los triglicéridos.
«Hay que remarcar que el colesterol malo elevado no duele, pero se va acumulando en la pared arterial formando placas que a largo plazo podrán obstruir la luz arterial y producir un evento cardiovascular», remarca el doctor Morillas.
Como conclusión, este especialista asegura que es clave individualizar siempre el riesgo cardiovascular de cada paciente, teniendo en cuenta todas sus circunstancias.