La alimentación saludable, equilibrada y completa es fundamental para el correcto funcionamiento del organismo. Así, una de las dietas más beneficiosas para la salud es aquella que se basa en el control de la glucosa en sangre.
Existen numerosos tipos de dieta, cada una de ellas con un objetivo concreto, como perder peso, ganar musculatura, aumentar las proteínas, mantener a raya el colesterol, regular los niveles de glucosa o mantener la línea, entre otras. También existen dietas concretas que tienen como finalidad no comer ningún alimento de origen animal, como la dieta vegana.
Lo que debemos tener claro es que todo dentro de nuestro organismo está relacionado. Así, si cuidamos la microbiota del intestino ayudaremos a cuidar nuestra salud y nuestro peso.
La importancia del tipo de alimentación
En una entrevista para ‘Infosalus‘, la licenciada en Ciencias Químicas y máster en dietética y nutrición humana, Ángela Quintas, explica la importancia de cuidar la microbiota para gozar de una buena salud en general y mantener un peso adecuado.
Respecto a ello, explica que «el sobrepeso y la obesidad tienen una relación estrecha con nuestra microbiota. No solo afectan a nuestro bienestar general, sino que son factor de riesgo de muchas enfermedades. La mayor parte de las personas con sobrepeso u obesidad tienen alteraciones en la microbiota (llamadas ‘disbiosis’), aparte de que otra de las causas de la disbiosis es el consumo de alimentos ultraprocesados».
Sin ir más lejos, la obesidad y el sobrepeso constituye un factor de riesgo para el desarrollo de diabetes, mal control de la glucosa en sangre o colesterol elevado. Todos ellos factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares.
En cualquier caso, si queremos contar con una buena microbiota, es importante prestar atención a la alimentación y especialmente tener un peso adecuado.
Sobre ello, la doctora Quintas argumenta que «esto se ha visto en estudios. Se cogieron ratones libres de microbiota y a unos se les puso microbiota de ratones con sobrepeso y a otros de ratones con peso normal. Se les dio de comer lo mismo. A los que se les puso microbiota de ratones con sobrepeso subieron mucho más de peso. Es decir, la microbiota hace que utilicemos la energía de los alimentos de diferente manera”, señala Quintas.
Beneficios de las dietas de control de glucosa
Debido a su experiencia en el ámbito de la nutrición, esta especialista explica que las ‘dietas de control de insulina’ con las que más beneficios aportan a la salud; debido a la composición de los alimentos que se consumen con regularidad.
«La ventaja de estas dietas de control de insulina es que al mantener la glucosa en sangre lo más estable posible evitamos una lipogénesis (el cuerpo convierte los hidratos de carbono en ácidos grasos), una reacción que activa el cuerpo para protegernos de no tener un coma diabético activa», explica Ángela Quintas.
Las dietas de control de insulina permiten mantener la glucosa estable durante todo el día. Es decir, el cuerpo no se expone a bajones después de comer o muestra la necesidad de ingesta de dulces a mitad de la mañana.
Además, otro de los grandes beneficios de este tipo de dietas es que reparte muy bien la energía en el organismo a lo largo del día, ayuda a rebajar la grasa corporal y permite bajar de peso con facilidad.
Como conclusión, la doctora Ángela Quintas expone que «mediante la acción de la insulina una parte de la glucosa se almacena como reserva en el hígado en forma de glucógeno, que el cuerpo consumirá en los periodos de ayuno. Otra parte, mayor que la anterior, se almacena en los músculos. El resto se elimina del torrente sanguíneo mediante la lipogénesis, ya que un exceso de glucosa en sangre puede producir un peligroso coma diabético».