Las bebidas ayudan a limpiar los órganos pero no todas colaboran en la misma medida, e incluso hay batidos, jugos, infusiones y otros líquidos que directamente entorpecen el paso de los alimentos, ayudando a la proliferación de infecciones e incluso enfermedades que pueden estar directamente relacionadas con, por ejemplo, la salud y el estado futuro de nuestro hígado. De esta forma, no se les recomienda a los pacientes de hígado graso, por ejemplo, tomar una serie de bebidas que acaban resultando negativas para el cuidado habitual de este órgano.
Es el hígado un órgano completamente vital para nuestro organismo, porque sólo tenemos uno y de él dependen varias funciones que a la larga son fundamentales para nuestro cuerpo. No podemos vivir sin hígado, por ejemplo, aunque sí podamos hacerlo con uno o con ninguno de los dos riñones, aunque claramente en una situación mucho más compleja. ¿Y qué es exactamente el hígado graso? Pues eso es lo que vamos a abordar también en este artículo.
¿Qué es el hígado graso?
El hígado graso comúnmente llamado no alcohólico (NAFLD) es una palabra que designa generalmente una gran variedad de afecciones hepáticas que afectan a las personas que beben poco o nada de alcohol. Por si no lo sabes a estas alturas, la cualidad principal del hígado graso de este tipo es es el exceso de grasa almacenada en las células hepáticas, en ocasiones, causadas por el consumo de ciertas bebidas.
Hay bebidas que debemos tomar si tenemos la enfermedad del hígado graso u otra enfermedad hepáticaAbunda en ese mismo sentido Mayo Clínic que los individuos que tienen hígado graso pueden incluso tener en el futuro esteatohepatitis no alcohólica (NASH), que es una una forma agresiva de enfermedad del hígado graso, que se caracteriza por la inflamación del hígado y puede progresar a cicatrización avanzada (cirrosis) e insuficiencia hepática.
¿Qué bebidas no he de beber si soy paciente de hígado graso?
Acerca de las bebidas que no debes consumir, hay tres en concreto que no son para nada beneficiosas para nuestro hígado graso: son los refrescos, el té helado y las bebidas energéticas. Ocurre que las bebidas endulzantes dañan la microbiota intestinal, clave en el equilibrio digestivo.
Como podrás imaginarte, los médicos no prohíben el consumo exagerado de bebidas alcohólicas por cualquier cosa. Y aunque sí recomienden tomas una cerveza o un vino de vez en cuando, debemos tener mucho cuidado a la hora de lo problemático que puede resultar los grandes niveles de carbohidratos, por ejemplo, que encontramos en la cerveza, dando como resultado una sensación de pesadez y ardor en el estómago.