Diferentes trabajos de investigación han podio constatar los efectos del exceso de azúcar en la memoria. Igualmente, diversos estudios han encontrado influencias considerablemente negativas causadas por las grasas saturadas, sobrepeso y obesidad.
Como ya hemos comentado en más de una ocasión, el tipo de alimentación que llevamos a cabo de forma regular juega un papel fundamental en la vida de cualquier persona. En este sentido, la dieta también tiene efectos sobre la salud cerebral y el estado de la memoria.
Así, mantenerse en un peso adecuado no solo es beneficioso para mantener una estética determinada o reducir el riesgo de numerosas enfermedades, si no que también tiene efectos positivos para la memoria.
Obesidad, exceso de azúcar y memoria
Las personas con obesidad y sobrepeso tienen un mayor riesgo de sufrir daños en la memoria. Entre otras cosas, estudios realizados recientemente destacan que el exceso de peso afecta a la expresión de determinados genes asociados a la memoria.
Una investigación liderada por la Universidad de Alabama en Birmingham (Reino Unido), señala que existe una vinculación entre el exceso de peso y problemas de determinados genes asociados a la memoria. Si bien, los investigadores creen que esta misma relación se da en las personas.
Por otra parte, la ciencia ha comprobado que el exceso de azúcar también puede afectar a las funciones de la memoria. Entre otras cosas, cuando los niveles de azúcar son elevados, puede provocar una reducción del rendimiento intelectual de la persona a corto plazo.
Según los investigadores, la rápida absorción del azúcar genera hiperglucemia (exceso de glucosa en sangre), seguido de una hipoglucemia reactiva que tiene influencia sobre el hipocampo. Todo ello afecta de forma consecuente a la concentración mental.
Cuando estos altibajos en los niveles de azúcar se suceden con normalidad, ocasiona cansancio físico y mental en la persona. A la larga, esta afección puede derivar en problemas degenerativos del cerebro, como pérdidas de memoria.
Es cierto que el cerebro necesita una cierta cantidad de glucosa para su correcto funcionamiento. No obstante, para evitar daños en algunas de sus funciones es importante mantener unos niveles equilibrados para evitar un proceso degenerativo.
Cuidado con las grasas saturadas
Dentro del mundo de la alimentación, otro de los nutrientes más nocivos para la salud en general son las grasas saturadas, las cuales también pueden ser dañinas para la memoria.
Algunos trabajos científicos han encontrado vinculaciones entre el exceso de grasas saturadas en la dieta con problemas cognitivos; incluso asociado a demencias y a la enfermedad del Alzheimer. Especialmente, las más perjudiciales suelen ser las grasas trans.
En concreto, los expertos comentan que una dieta demasiado alta en grasas puede disminuir la irrigación del hipocampo hacia las zonas del cerebro encargadas del aprendizaje y la memoria. Por ello, al igual que el exceso de azúcar, las grasas saturadas en excesos pueden afectar de forma significativa al cerebro.
Por tanto, para evitar una degeneración acelerada de las funciones cerebrales es recomendable seguir una dieta equilibrada y saludable; evitando el exceso de azúcares y grasas saturadas.