La vitamina D es denominada la vitamina del sol, ya que la radiación ultravioleta es su principal fuente de obtención. Sin embargo, también existe una gran variedad de alimentos con los que se puede incrementar los valores de este nutriente en el organismo.
Además, también es posible aumentar los niveles de vitamina D gracias al consumo de suplementos vitamínicos. En este caso, siempre es recomendable contar con la supervisión de un especialista.
Así, es necesario tener presente que según los expertos, el 80% de la vitamina D del organismo procede de los rayos ultravioletas del sol, mientras que el porcentaje restante es originado por los alimentos o el consumo de suplementos.
Alimentos ricos en vitamina D
La vitamina D es un nutriente de gran importancia para la salud, principalmente por todas las funciones que cumple en el organismo. En este sentido, es vital para la absorción del calcio y ayuda a mantener sanos y fuertes los huesos.
Con todo ello, la variedad de alimentos en la que podemos encontrar vitamina D de forma natural es reducida. Por este motivo, los expertos recomiendan que la alimentación sea un complemento para aumentar los valores de este nutriente en el organismo.
Así, estos son los alimentos más ricos en vitamina D que podemos encontrar de forma natural:
- Pescados grasos y azules: Constituyen la principal fuente alimenticia de esta vitamina y entre ellos encontramos el salmón, trucha, caballa, atún, arenques o sardinas. Este nutriente también está presente en una importante variedad de mariscos.
- Hígado de vacuno.
- Yema de huevo.
- Queso.
- Champiñones u hongos: Cabe reseñar que algunos tipos de hongos tienen la capacidad de aumentar sus niveles de vitamina D por la exposición al sol, gracias a un proceso similar al que ocurre en humanos.
Dada la importancia de esta vitamina para las personas, cada vez son más los alimentos y productos que incorporar la vitamina D de forma fortificada. La leche es un buen producto para aumentar este nutriente a través de la alimentación.
La vitamina del sol
En cualquier caso, la principal forma de obtención de la vitamina D es gracias a la exposición de la piel a los rayos ultravioletas del sol. Sin embargo, es necesario tomar el sol con moderación para evitar cualquier tipo de afecciones de salud en la piel, tal y como indican los expertos.
Y es que según expertos como el profesor Michael F. Holick, de la Universidad de Boston (Estados Unidos), unos niveles elevados de esta vitamina en el organismo ayuda a reducir el riesgo de desarrollar diferentes enfermedades o afecciones de salud, incluido diversos tipos de cáncer.
Así, entre sus múltiples funciones, el organismo necesita de la vitamina D para el movimiento correcto de los músculos y la transmisión de mensajes entre el cerebro y otras zonas del cuerpo. Igualmente, estamos ante una vitamina imprescindible para el funcionamiento del sistema inmune.
En definitiva, la mejor forma de contar con unos niveles óptimos de vitamina D es tomar el sol de forma moderada e incluir en la alimentación alimentos ricos en esta vitamina.
Si bien, en algunos países como Escocia no se disfrutan de muchas horas del sol durante el otoño y la primavera, por lo que desde el Gobierno han recomendado recientemente a sus ciudadanos tomar suplementos de vitamina D.