Los riñones son órganos vitales fundamentales en el correcto funcionamiento del organismo. Entre sus funciones, tienen la misión de filtrar los desechos y exceso de agua en forma de orina. Si bien, la diabetes y la glucosa alta puede alterar su acción adecuada.
De forma natural, el cuerpo humano presenta dos riñones, aunque está comprobado que las personas pueden vivir con un solo riñón. Así estos órganos también se encargan de controlar la presión arterial y de fabricar hormonas que el organismo requiere para encontrarse sano.
Desde la Sociedad Española de Diabetes (SED) afirman que la diabetes mellitus es uno de los factores principales de riesgo de enfermedad renal. Este tipo de patologías se caracterizan por una serie de daños en los riñones que provocan un filtrado inadecuado de la sangre.
Al respecto, desde la SED argumentan que «las sustancias útiles como proteínas y glóbulos rojos son demasiado grandes para pasar por los agujeros en el filtro y permanecen en la sangre. La diabetes puede dañar este sistema».
Seguidamente, añaden que «un alto nivel de glucosa en la sangre (hiperglucemia) hace que los riñones filtren demasiada sangre. Todo este trabajo adicional afecta los filtros. Después de muchos años empiezan a tener fugas y se pierde proteína útil en la orina. La presencia de una pequeña cantidad de proteína en la orina se denomina ‘microalbuminuria'».
Tratamientos para frenar los daños en el riñón
Cuando aparecen casos de enfermedades renales a causa de la diabetes y debido a niveles altos de glucosa en sangre, existen diferentes tratamientos que ayudan a prevenir el empeoramiento de este tipo de patologías.
A cualquier tipo de daño, patología o afección en el riñón se le conoce como nefropatía. En este sentido, desde la Sociedad Española de la Diabetes explican que «cuando se detecta la nefropatía en las fases avanzadas, durante la macroalbuminuria (presencia de una mayor cantidad de proteína en la orina), por lo general resulta en insuficiencia renal o insuficiencia renal en etapa final».
«Con el tiempo, el estrés del funcionamiento excesivo hace que los riñones pierdan su capacidad de filtración, llegando a producirse al final el fallo renal, una situación muy grave por la que se suele precisar de un trasplante de riñón, o de que se filtre la sangre con una máquina (diálisis)», agregan.
Así, la nefropatía diabética es una enfermedad que afecta a la función de los riñones debido a un aumento de los niveles de glucosa en sangre provocado por la diabetes. La presión arterial alta, habitual en personas con diabetes, también puede causar daños en los riñones.
Glucosa alta y cómo evitar daño en los riñones
Las personas con diabetes pueden llevar a cabo diferentes hábitos de vida que permitan evitar cualquier tipo de daño a los riñones. Para ello, es importante un control adecuado de los niveles de glucosa de forma regular.
Además, también resulta clave establecer un control sobre otros factores de riesgo que pueden causar nefropatía, como la hipertensión arterial, dislipemia y obesidad.
Igualmente, desde la SED remarcan la importancia de obtener un diagnóstico precoz. En esta línea exponen que «dado que es una complicación que cursa durante muchos años de manera silente es fundamental su detección precoz en atención primaria o especializada».
Por otra parte, el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y del Riñón (NIDDK) manifiesta que las personas con diabetes tipo 2 o que hayan tenido diabetes tipo 1 durante más de un año, deben realizarse un análisis de sangre y de orina de forma anual.
Finalmente, desde el NIDDK argumentan que «la mejor manera de prevenir la enfermedad de los riñones causada por la diabetes es tratando de mantener sus niveles de glucosa en la sangre y presión arterial bajo control. Seguir hábitos saludables en el estilo de vida y tomar sus medicinas como se lo indique su proveedor de atención médica. Esto puede ayudarle a alcanzar sus niveles ideales y a mejorar su salud en general».