Contar con niveles de ácido úrico demasiado elevados en sangre puede ser perjudicial para la salud del organismo en general. Si bien, la principal consecuencia de la hiperuricemia (ácido úrico elevado) es el desarrollo de una enfermedad conocida como gota.
Desde el Hospital Gregorio Marañón de Madrid explican que el ácido úrico elevado no se manifiesta mediante síntomas; por lo que es fundamental realizar un análisis de sangre para establecer un diagnóstico claro sobre los valores de esta sustancia en el organismo.
Así, en caso de que se observe valores elevados de ácido úrico en sangre es necesario establecer un tratamiento adecuado que permita reducir los niveles lo antes posible, para evitar consecuencias derivadas de esta situación.
Consejos para bajar el ácido úrico
El principal tratamiento para reducir los niveles de ácido úrico en el organismo consiste en establecer una alimentación específica, realizar actividad física dentro de las posibilidades que pueda el paciente, y en ocasiones la ingesta de determinados medicamentos.
En este sentido, el primer consejo para eliminar los niveles altos de ácido úrico es realizar una alimentación baja en alimentos con purinas, ya que los alimentos que contienen esta sustancia pueden aumentar el riesgo de hiperuricemia.
Así, los alimentos que aportan más cantidad de purinas son las anchoas, sardinas, arenques, vísceras, carene roja, carne de cordero, cerne de vacuno, carne de cordero, champiñones, espárragos y variedad de marisco.
La segunda recomendación eficaz para reducir el ácido úrico cuanto antes consiste en evitar el consumo de bebidas alcohólicas. Concretamente, el alcohol aumenta el lactato, inhibe la excreción de ácido úrico y aumenta la producción de esta sustancias, además de subir los triglicéridos en la sangre.
Según los expertos, la cerveza es la bebida alcohólica que más se asocia a la hiperuricemia, puesto que contiene un alto nivel de purinas en su composición. Es clave evitar su consumo.
El foco en la alimentación y el ejercicio físico
Siguiendo con la alimentación, el tercer consejo se basa en la ingesta regular de abundante líquido durante el día. Es recomendable tomar unos dos litros de agua, ya que favorece la eliminación de ácido úrico a través de la orina.
La mejor forma de aumentar la ingesta de líquidos de manera habitual es mediante el agua, zumos o infusiones. Evita las sopas con cubitos de caldo, ya que este tipo de alimentos también son especialmente ricos en purinas.
Para evitar el consumo de carne roja y pescados grasos, sustituye estos alimentos por carne magra y pescados blancos. Esta sería la cuarta recomendación por parte de los expertos en la materia para la reducción de los niveles de ácido úrico.
Además, otros alimentos adecuados para incorporar en la alimentación en caso de hiperuricemia son los huevos, productos lácteos o legumbres, las cuales aportan una buena cantidad de fibras.
Finalmente, el quinto y último consejo se basa principalmente en la realización de ejercicio físico dentro de las posibilidades del paciente en función de su situación. Mantener un peso adecuado también es clave en un momento de hiperuricemia, ya que esta afección se asocia a otras patologías como la obesidad, hipertensión, diabetes o hipercolesterolemia.
En caso de que el paciente cuente con obesidad o sobrepeso es aconsejable reducir el peso de forma moderada, ya que las pérdidas bruscas pueden ser contraproducentes y generar un aumento del ácido úrico.