El colesterol es una sustancia necesaria para diferentes procesos del organismo, entre ellos el metabolismo de la vitamina D. Sin embargo, mantener los niveles de colesterol en unos rangos saludables es fundamental para evitar problemas de tipo cardiovascular.
Y es que los niveles de colesterol elevado aumenta de forma considerable el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares, como infarto de miocardio, angina de pecho, ictus o insuficiencia cardíaca.
El colesterol es uno de los factores de riesgo cardiovascular más determinantes para la salud, junto a la diabetes, vida sedentaria, obesidad, mal control de la diabetes o incluso determinados antecedentes familiares.
Si bien, está en la mano de todas las personas mantener sus niveles de colesterol a raya. Siguiendo determinados hábitos de vida, es muy poco frecuente que el colesterol aumente por encima de valores saludables. Cuando los niveles de colesterol son demasiado elevados se denomina hipercolesterolemia.
Las tres claves para bajar el colesterol
Para evitar un episodio de hipercolesterolemia es fundamental seguir un estilo de vida saludable sustentado en la realización de ejercicio físico con regularidad y llevando a cabo una alimentación equilibrada, completa y saludable, como por ejemplo la dieta mediterránea.
Así, uno de los principales problemas que representa la hipercolesterolemia es que no se manifiesta a través de síntomas. Por ello, los expertos recomiendan realizar análisis de sangre con regularidad a partir de los 40 años, o incluso en edades inferiores en el caso de personas con obesidad.
En caso de detectar niveles altos de colesterol a tiempo, existen tres claves fundamentales que permiten reducir sus niveles hasta alcanzar unos niveles adecuados:
- Aumentar la frecuencia e intensidad de la actividad física: La actividad física siempre debe estar adaptada a la situación de cada paciente, además de su condición física. Es necesario establecer un plan acorde a cada persona.
- Seguir una dieta saludable baja en colesterol y grasas saturadas. Además, bajar de peso también ayudará a acabar con la hipercolesterolemia.
- Tomar medicamentos apropiados: En ocasiones es normal que su médico le recete la ingesta de determinados medicamentos, como las estatinas.
Los medicamentos como las estatinas muestran eficacia para reducir el colesterol, tal y como han podido certificar nuevos estudios recientemente.
Al respecto, el profesor Banach explica que «los pacientes deben saber que las estatinas pueden prolongar su vida y, en caso de que aparezcan efectos secundarios, tenemos conocimientos suficientes para gestionarlos eficazmente. El mensaje más importante para los pacientes a raíz de este estudio es que deben seguir tomando las estatinas según la dosis prescrita, y comentar cualquier efecto secundario con su médico, en lugar de suspender la medicación».
Pautas en la alimentación
Un tratamiento destinado a reducir los niveles de colesterol normalmente contará con un plan alimenticio indiciado por su médico. En este sentido, es importante aumentar la ingesta de fibra a través de frutas, verduras, legumbres y cereales integrales.
Por otra parte, es importante incrementar la ingesta de fitoesteroles vegetales, ya que reducen la absorción de colesterol por parte del intestino y disminuye su presencia en la sangre. Estos fitoesteroles se encuentran principalmente en cereales, legumbres, frutos secos, soja y aceites vegetales.
Introduce en la alimentación pescados grasos y azules, así como frutos secos, ya que suponen un importante aporte de ácidos grasos omega-3. Además, es fundamental el uso de aceite de oliva, ya que su contenido en ácido oleico permite disminuir el colesterol LDL (malo).